Las fiestas patronales son en honor a Nuestra Señora del Rosario. El día grande es el primer domingo de octubre, dando comienzo las fiestas el viernes anterior con la inauguración por parte de las autoridades y el pregonero elegido para ese año, y la cena de gala. El sábado hay ofrenda de flores a la patrona por la tarde, y Rosario de la Aurora el domingo de madrugada, en cuya noche se celebra la procesión principal. Todo ello acompañado por otros actos y actividades. El lunes se lleva a cabo la puja o subasta de las insignias de la Virgen (banderas y palos), siendo la principal la jineta, bastón de mando del siglo XIX (perteneció a uno de los Marqueses de Torremejía) y cuyo portador actúa como mayordomo mayor o cargo principal en las fiestas del próximo año. Los nuevos portadores de la insignias son «pingorreados» en la Plaza. El martes hay concurso de comida popular por peñas y las actividades continúan hasta el domingo siguiente, o «domingo de la octava» cuando se vuelve a sacar a la patrona en procesión.
El origen de esta fiesta se encuentra en el siglo XVI, aunque la cofradía se fundó en 1617, en principio como Soldadesca, l0 cual era típico en el Barroco. En el siglo XVIII el mayordomo o encargado de la fiesta daba una colación o comida posteriormente en la plaza pública las autoridades (cura y alcalde) rifaban la «bandera de la Virgen» nombrando así mayordomo para el año siguiente.
El 17 de enero se celebra San Antón, en la víspera se hacen hogueras y al día siguiente misa y procesión en la que se bendice a los animales. Hasta la década de los 70 era la fiesta principal de los agricultores, se engalanaba a las mulas u otras bestias de labor y se daban 3 vueltas con ellas al pueblo, también se hacían carreras de caballos, mulas y burros en el Camino del Río, y los propietarios tenían costumbre de invitar a una comida a sus trabajadores.
El 1 de marzo se celebra el Día del Ángel, en el que los grupos de amigos y las familias van a comer y a pasar un día al campo. Es la bienvenida a la primavera.
El 3 de mayo la Fiesta de la Vera Cruz, la Hermandad más antigua de las vigentes en la actualidad en Valenzuela. Fundada en 1552, fue en origen una Cofradía dedicada a la beneficencia (limosnas, asistencia a enfermos, sufragio de entierros de pobres) por lo que atrajo a las clases más humildes. Sus oficios en Semana Santa eran muy duros pues era también una Hermandad de penitencia. Había 3 mayordomos que daban la «colación» (comida de Hermandad), uno en la víspera, otro por la mañana y otro por la tarde del día 3 de mayo, se hacía la procesión, y además había una curiosa ceremonia en la que todos se pedían perdón los unos a los otros. En la actualidad se hacen solo las dos colaciones de su día y la procesión. La imagen de la cruz fue construida por un carpintero del pueblo a escondidas durante la Guerra Civil Española, y es idéntica a la destruida durante esa guerra.
Fiesta de San Isidro Labrador, el 15 de mayo. Cobró importancia como patrón de los agricultores a partir de la posguerra, con la Hermanad de Labradores y Ganaderos. Antes de la construcción de la ermita se hacían concursos de radio en los alrededores del pueblo, hoy es una romería o día de campo en los alrededores de la ermita, donde se celebra la misa ese día.
Fiesta y procesión del Cristo de la Clemencia, el día 14 de septiembre. La ermita dedicada a esta adveración es del siglo XVII pero la Hermandad y Cofradía no se fundó hasta 1817. En origen se trató de una hermandad elitista en la meditación y la oración. Antes de su fiesta un hermano cantaba «Las Novenas», y el día antes las «Primeras Vísperas», el día del Cristo se celebraban 3 colaciones o comidas de hermandad, por parte de mayordomos que tenían promesa, después se celebraba Misa Solemne, procesión y un acto de meditación y oración individual. Con el tiempo, la fiesta cambió bastante y hoy se da colación por parte del hermano cofrade que le toque ese año, y por la noche una procesión que termina en subasta o puja de productos típicos del campo o dulces en el patio de la ermita y con vistas a recaudar fondos para la hermandad. Los cofrades también reparten garbanzos y «limón» entre los asistentes. Lo cual es muy típico en todas nuestras fiestas.